El Romanticismo:
¿ Cuándo? :
El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos.
¿Qué? :
En muchos cuadros del romanticismo se aprecia un interés por la violencia, el drama, la lucha, la locura. Ocuparon un lugar preponderante en muchos cuadros lo misterioso y lo fantástico, expresados de forma dramática. También se representaron la melancolía extrema y la pesadilla, llegando a combinar en ocasiones el tema de la muerte con el erotismo.
Los temas fantásticos y macabros comenzaron a aparecer en pintura a partir de 1775, por influencia de la literatura alemana. Monstruos, brujas y espectros poblaron los lienzos.
El romanticismo concede gran importancia a lo irracional. Autores como Füssli, Blake o Goya, en plena época neoclásica, pintaron cuadros que rendían culto al inconsciente, a la irracionalidad, la locura y el sueño. La locura fue un tema que particularmente ocupó a Géricault, quien al final de su vida realizó toda una serie de locos, por ejemplo, El cleptómano.
En cuanto al tema de la muerte combinada con el erotismo, el ejemplo más evidente es La muerte de Sardanápalo, de Delacroix.
¿ Cómo?:
En cuanto la expresión, utiliza con frecuencia fuertes contrastes de luz y sombra (claroscuro). El colorido es característico del romanticismo, pues prevalece sobre el dibujo, que asume un papel secundario. La pincelada se hizo visible, impetuosa. El empaste es en general grumoso y espeso, de manera que la pintura adquirió una naturaleza táctil que reforzaba su carácter de creación impulsiva y espontánea. A veces el acabado del cuadro tiene un aspecto de esbozo.
En cierto sentido, al hablar del romanticismo se puede hablar de un neo-barroco, por el movimiento, la tensión, el empuje, los contrastes y los colores de estos cuadros. Son, en general, pintores barrocos los que influyen a los pintores románticos.
¿Quiénes?:
¿Quiénes?:
Iván Aivazovski, César Álvarez Dumont, Tomás da Anunciação, Richard Parkes Bonington, Karl Briullóv, Eduardo Cano, Théodore Chassériau, John Constable, Peter von Cornelius, John Crome, Eugène Delacroix, Paul Delaroche, Eugène Devéria, Eugen Dücker, Eugenio Álvarez Dumont, Francesco Hayez, Caspar David Friedrich, Joseph von Führich, Théodore Géricault, Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson, Francisco de Goya, Antoine-Jean Gros, Asensio Julià, Paul Huet,Gerhard von Kügelgen, Christen Købke . Pintura Romántica Libertad guiando al pueblo de E.Delacroix Reflejo de una época intranquila y revolucionaria, el siglo XIX da a luz al movimiento romántico, el que promulgó la liberación de todas las ataduras; en especial de las ciudades, lugar por excelencia donde se ejercían las relaciones de poder; con esto, se vuelve antecedente directo de movimientos como el trascendentalismo norteamericano y el rastafarismo jamaiquino. En la pintura romántica, destacan artistas como Caspar David Friedrich o Eugene Delacroix, quien sintetiza las ideas del movimiento en su cuadro Libertad guiando al pueblo, mientras declara que "Mientras sigamos siendo esclavos de los príncipes no se hará nada grande. Donde el pueblo no tiene voz, tampoco se le permite sentirse y celebrarse a sí mismo”. En la música, fueron artistas como Wagner o Beethoven quienes cumplieron una función parecida. Este último, en su sinfonía Heroica –inspirada en parte en la figura de Prometeo, héroe por excelencia del periodo- alaba la capacidad del ser humano de superarse a sí mismo, mientras que con su obra maestra, la Sinfonía 9 opus 125 Coral, “hace estallar la forma sinfónica cuando un cantante se pone de pie entre los intérpretes y, con la llamada de “Amigos, ¡abandonad estos sonidos!”, invita a sus compañeros a unírsele cantando la “Oda a la Alegría”, de Friedrich Schiller" Fuente Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix (Charenton-Saint-Maurice, Francia, 26 de abril de 1798 - París, 13 de agosto de 1863) fue un pintor francés. En 1815 siguiendo la recomendación de su tio, el pintor Henri-Francois Riesener entra en el taller del pintor neoclásico Pierre Narcisse Guérin, donde Théodore Géricault y el Barón Gros fueron sus maestros. Visitaba frecuentemente el Louvre, estudiando y copiando a los grandes pintores que admiraba: Rubens, Velázquez, Rembrandt, Paolo Veronese, y se debatió entre la tradición y el clasicismo y el deseo de hallar, tras las apariencias, la realidad. El pintor paisajista Bonington le enseñó a pintar la naturaleza. Raymond Soulier le inició en la acuarela. En 1822 Delacroix expone por primera vez Dante y Virgilio en los infiernos, una obra llena de fuerza, de una composición ambiciosa y colores muy trabajados; en ella la luz se desliza sobre las musculaturas hinchadas, un incendio consume una ciudad (en segundo plano), las capas ondean al viento. La fantasía, lo macabro y el erotismo se entremezclan. Dos años más tarde pinta La matanza de Quíos, una obra enérgica y con un colorido mucho más vivo. Ambos cuadros concretizan su ambivalencia interior que se debate entre el romanticismo y el clasicismo, entre diseño y color, polémica interna que le acompañará durante toda su vida. En 1825, Delacroix se va a Inglaterra donde pasará tres meses estudiando a los pintores ingleses, de manera especial a John Constable, el mayor paisajista europeo de la época. Trata de desvelar la técnica y el uso de los colores, analizando los efectos psíquicos que éstos provocan. Según la historiadora Ruiz, Delacroix escogió a Dante para realizar varias de sus obras. Fue el más emblemático pintor del movimiento romántico aparecido en el primer tercio del siglo XIX, cuya influencia se extendió hasta los impresionistas. Etiquetado inicialmente como neoclásico, aunque opuesto totalmente a Ingres, ambos son criticados en los diferentes Salones en los que exponían. A partir de la exposición de 1855 Delacroix se convirtió en la figura que supo sobrepasar la formación clásica para "renovar" la pintura. A su fallecimiento, los artistas contemporáneos le rindieron sentidos homenajes, en especial Gustave Courbet. Auténtico genio, dejó numerosas obras que tenían mucho que ver con la actualidad de su época (Las matanzas de Quío o la Libertad guiando al pueblo). También destacó como pintor religioso pese a sus continuas declaraciones de ateísmo. Sus obras manifiestan una gran maestría en la utilización del color. A sus 30 años logra provocar controversia en el publico con el cuadro La muerte de Sardanápalo pintado en 1827 y expuesto en el Salón de Paris, la pintura es un buen ejemplo de lo que era importante para los románticos franceses, el superhombre desbocado en calidad de héroe, la combinación de erotismo y muerte, el decorado oriental, los grandes movimientos en lugar de una composición equilibrada y apacible, y el predominio del color sobre la línea. Delacroix la llamaría, "la Proeza asiática". |
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